miércoles, 10 de septiembre de 2014

Holandés Errante

Las versiones de la leyenda son innumerables, pero la original comenzó con el capitán de un barco holandés, un capitán burgués de Holanda llamado Willem van der Decken, quien hizo un pacto con el diablo para poder surcar siempre los mares sin importar los retos naturales que pusiera Dios en su travesía. Pero Dios se entera de esto y en castigo lo condena a navegar eternamente sin rumbo y sin tocar tierra, por lo que recibe el nombre de "Holandés Errante".
De acuerdo con ciertas fuentes, el capitán holandés Bernard Fokke (del siglo XVII) sirvió de modelo para el comandante del buque fantasma. Fokke fue célebre por la extraña velocidad de crucero que alcanzaba en las travesías entre Holanda y Java, por lo que se sospechaba que había firmado un trato con el demonio. En algunas versiones holandesas del mito, el capitán recibe el nombre de Falkenburg.
Marryat, en su versión, le da el nombre de van der Decken , y recibe el de Ramhout van Dam en la versión de Washington Irving. Unos y otros no se ponen de acuerdo a la hora de llamar «holandés errante» al barco o al capitán.
Asimismo se dice que éste juró, de cara a una tormenta, que no daría marcha atrás hasta haber doblado el cabo de Buena Esperanza, aunque le costase llegar al Juicio Final. Se ha hablado también de un horrible crimen cometido a bordo del barco e incluso de una terrible epidemia que infectó a la tripulación, a la que por ese motivo no se permitió desembarcar en ningún puerto, siendo condenados desde entonces —barco y marineros— a navegar eternamente, sin posibilidad de pisar tierra.
 Otra version

La historia del Holandés Errante es una de las más famosas y quizá de las más antiguas leyendas del mar, ya que circula desde hace, por lo menos, 500 años. Pero posiblemente su origen se remonte a tiempos muy anteriores al nacimiento de Cristo. Esencialmente, la historia es la siguiente: un maniático capitán holandés -por supuesto, el término «Holandés Errante» se refiere al capitán y no a su barco- desafía la ira de Dios y como resultado es condenado a navegar por los océanos eternamente, provocando la muerte de todos cuantos ven su nave espectral. Esta historia ha sido elaborada por muchos escritores, pero constituye algo más que una ficción, una siniestra historia del mar para asustar a crédulos marineros de agua dulce en tabernas portuarias. Este barco fantasma ha sido avistado en numerosas ocasiones, las últimas en pleno siglo XX



Muchas autoridades sostienen que la historia del Holandés errante se originó a partir de un hecho real, aunque sobre este punto no hay acuerdo. El problema se complica aún más porque existen muchas versiones de la historia, en las que el capitán puede llamarse Vanderdecken, Van Demien, Van Sraaten o Van alguna otra cosa.

La versión más conocida de la historia del Holandés Errante habla de un tal capitán Vanderdecken, cuya nave fue atrapada en una terrible tormenta cuando doblaba el cabo de Buena Esperanza. Los pasajeros, aterrorizados, rogaron a Vanderdecken que se refugiara en un puerto seguro o que, por lo menos, arriara velas a intentara capear el temporal, pero el enloquecido capitán se rió de sus súplicas y, atándose al timón, comenzó a cantar canciones sacrílegas.


La tripulación también se alarmó por la conducta de su capitán e intentó hacerse con el control de la nave, pero el intento de motín fue sofocado cuando Vanderdecken arrojó a su líder por la borda, mientras los aterrorizados pasajeros y la tripulación se encomendaban a Dios. En respuesta a sus plegarias las nubes se abrieron y una luz incandescente iluminó el castillo de proa, revelando una figura gloriosa que según algunos, era el Espíritu Santo, mientras otros dijeron que era Dios.

La figura se enfrentó con Vanderdecken y le dijo que, ya que disfrutaba con los sufrimientos ajenos, de ahora en adelante sería condenado a recorrer el océano eternamente, siempre en medio de una tempestad, y provocaría la muerte de todos aquellos que le vieran. Su único alimento sería hierro al rojo vivo, su única bebida la hiel, y su única compañía el grumete, a quien le crecerían cuernos en la cabeza y tendría las fauces de un tigre y la piel de una lija (lo cual parece muy injusto para el pobre grumete quien, hasta aquí, no había tenido ningún papel independiente en la historia y, presumiblemente, sentía tanto temor ante Vanderdecken como el resto de la tripulación). Sin embargo, con estas palabras la visión desapareció, y con ella todos los pasajeros y tripulantes. Vanderdecken y el grumete quedaron abandonados a su destino.
Ésta es la versión clásica de la historia del Holandés Errante. Puede ser que se base en hechos, pero no hay acuerdo acerca de cuáles pudieron ser esos hechos. Una versión afirma que la historia deriva de la saga escandinava de Stote, un vikingo que robó un anillo a los dioses y cuyo esqueleto, cubierto con un manto de fuego, fue hallado después sentado en el palo mayor de una nave negra y fantasmal. 








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